AIRE Ancient Baths Sevilla fue el primer centro que abrió en la calle Aire y dio nombre a todo el grupo. Está ubicado en una antigua casa palacio mudéjar del siglo XVI, construida sobre unas ruinas romanas del siglo II. Tiene un Patio central muy bonito y decorado con mucho gusto. Desde el momento que se entra, se respira paz y tranquilidad, la luz es muy tenue e invita a relajarse, y predomina el silencio por doquier.

Cambiarse de ropa y colocarse el bañador, albornoz y zapatillas, probar el té frío y te caliente, soltar los albornoces… y a disfrutar de un mundo de relax por los baños de aguas frías y muy frías, templadas y muy calientes donde empieza a cambiar nuestra fisonomía corporal y mental poco a poco, pasito a pasito, entrando de lleno en un mundo de sensaciones relajantes, vaporosas, donde puedes llevar la mente a otro lugar, lejos del mundanal ruido y el estrés reinante en la urbe a solo unos pasos de este palacio de los sentidos.

Una vez que creemos que estamos bien relajados y nuestras manos empiezan a dar señales de llevar bastante tiempo bajo los influjos de las aguas, entonces empieza lo verdaderamente bueno y bajo un artesonado mudéjar del S.XVI nos metemos literalmente en un Baño de Vino, que tiene lugar en el brocal de un antiguo pozo veneciano de mármol y allí pasas cuanto tiempo, media, una hora, no tengo la más remota idea, ni soy capaz de acordarme, porque disfrutar de esta experiencia acompañado de un masaje donde Dios nos separó del mundo animal y nos dio paso a convertirnos en seres humanos saboreando uno de los ricos caldos de la bodega Matarromera y aunque este necesite coger un poco de temperatura en mis manos, no tiene precio.

Si ya después, te dan un masaje relajante en una sala con una encantadora y profesional masajista, pues apaga y vámonos…la verdad es que he de reconocer que el masaje es mucho mejor de lo esperado, y lo dice alguien que se ha podido dar más de 200 masajes en su vida.

Y para terminar, el fin de fiesta, lo más romántico de la experiencia, baño en la terraza con vistas a la Giralda, Catedral y resto de singulares tejados de la ciudad de Sevilla con frutas, cava y bombones, de donde no querrás irte nunca.

El personal es muy agradable y servicial, el Palacio es simplemente precioso y la experiencia es digna de Reyes. Y nos quedaríamos allí a vivir probablemente, pero nos espera mesa en un nuevo restaurante que acaban de abrir en la ciudad, muy cerquita de donde estamos y no queremos llegar tarde y salimos a la calle con una sonrisa de oreja a oreja, pensando en cuando tiempo vamos a dejar pasar hasta nuestra próxima experiencia.

Mi más sincera enhorabuena a AIRE Ancient Baths Sevilla por tener un producto tan maravilloso en esta nuestra ciudad y al alcance de todos los bolsillos. Solo comentaros que si no lo habéis probado o hace tiempo que no venís por Aire de Sevilla, corred insensatos y reservar una experiencia a la mayor brevedad, porque vuestro cuerpo y mente os lo agradecerán!